Deslenguando
Tirar hasta cortarte la lengua
Deslenguar: cortar la lengua/ dispararse, crecer algo inmoderadamente. ¿Para qué deslenguar?
viernes, 27 de diciembre de 2013
Les bien aimés
lunes, 9 de diciembre de 2013
El cine, un paraíso
Entonces, ¿se observa repetidamente una película, y se goza de ello, por hábito o porque nos genera siempre una satisfacción? ¿o es el recuerdo de lo vivido, de lo experimentado? ¡Uy! Por lo visto esto se acerca más, al goce lacaniano, psicoanalítico, que al ingenuo placer del vulgo común y corriente.
¿Qué o cuál es esa parte de la que se goza de una película como "Cinema Paraíso"? De manera rápida pueden observarse y notar que hay tres perspectivas, desde mi opinión, en esta película: a) la exposición de una historia de amor con el cine, b) aquella relación amorosa expuesta en e filme entre Toto y Alfredo, un padre para un hijo buscando un padre, y c) el éxodo sin retorno desde el pasado.
La frase "La vida es diferente a lo que se ve en el cine" (no recuerdo con exactitud si esta es la frase, pero expresa lo misma como fuere que sea), que en un momento Alfredo, el padre que laboraba en el cine, que a veces calificó esa posición como de un encierro, un infierno (que terminó devorando su vista); esa frase, decisiva para el siguiente porvenir que le sobrevendría a Toto, resume muy bien muchos de los ángulos de la película.
Los padres no son los que exactamente se desean, pero son los padres. La vida no es exactamente como la deseamos, pero la vivimos. Y el cine no es exactamente la vida, pero deseamos que en algo se parezca, deseamos retratar nuevas vidas, vidas ficticias, fantasías vivientes, adornos de vidas, vidas fantoches, actuaciones de vidas, vidas memorables y vidas sin memoria.
El encuentro con el cine, con el placer cinéfilo, con el deseo gestálgico (ese que configura las partes en un todo y el todo en sus partes), ese encuentro, esa invención produjo y sigue produciendo (¿o reproduciendo?) fantasiosas realidades que hacían que nuestras vidas se pierdan un rato para vivir otras.
Eso me gusta de ese paraíso, del cinema paradiso.
lunes, 3 de diciembre de 2012
Medicina verbal o instante divino
Cada cierto tiempo descubro, como un niño, la literalidad de las palabras. Me he expresado, oral o de manera escrita, creo que por costumbre, sin significado, por el puro y purísimo goce de hablar, de parlotear, de emitir sonidos. De manera animal, he ladrado, maullado, rugido, con las palabras que inútilmente, no me significaban nada.
He expresado mi amor diciendo tantas veces "te amo"; hoy sé que debí haber dicho "Yo soy (quiero ser) tu Amo". He expresado tantas veces "¡Maldita sea(s)!"; debí haber mencionado "¡Hocus pocus, que mi maldición te convierta en (adjetivo peyorativo)...!"
Y si de magia he hablado, es porque creo que existe algo así (it's a kind of magic). No soy religioso ni tampoco deseo crear una solución mágica, que al final pueden parecer similares los resultados de estas dos prácticas, pero sí creo que hay algo subyacente, espiritual, inasible, invisible, que ha animado a crear estos dioses y demonios. El mío, al que temo y adoro, mi ser subterráneo y extraterrestre: las palabras.
He convertido esto en una oración bendita, en un salmo, en una estrofa de un himno, con el diminuto hecho de encararlo con el "saludos". Le he otorgado, con el poder de mis plabras, la salud con que deseamos despertarnos todos los días y eternamente. Esa salud eterna e infinita es la que las palabras hacen posible en su mundo, el de las plabras, con el único intento de decir "¡Salud...os!"
Al final, sigo expresándome con la maldita costumbre que inútilmente no bastan para darle el pleno significado a lo que quiero decir.
¡Adiós! (Acabo de matar, por negación, a Dios)
jueves, 5 de enero de 2012
Un cuento para la noche, ¿o para que YA amanezca?
sábado, 21 de mayo de 2011
Qué pasa
Reiteradamente te pregunto esto y la repetición causa que llamen las cosas a mi atención. Es la manera más primitiva de captarla: mostrarse y mostrarse sin demostrarse, como las bailarinas exóticas (no entiendo porque se les llama exóticas si lo único que hacen es bailar como cualquiera pero sin ropa, ofrecen la desnudez de la piel pero eso puedo verlo en internet). Trataré, para ti y para mí, de demostrar la insistencia que posee mi pregunta aunque, me parezca, que esto equivaldrá a prestarte respuestas a la interrogante que simplemente funciona en mí, la mayor de las ocasiones, como un simple ejercicio fonatorio como cualquier cantante hace para afinar o calentar la voz.
Una cosa más debo explicitar: preguntar dirigiéndome a ti y preguntar sin dirigirte mi pregunta no provoca cambio alguno en mi cuestionamiento. Decir “¿qué te pasa?” o “¿qué pasa?” se responde, para mí, de una igual manera. Esto no significa en fin que el contenido de la respuesta sea siempre la misma. Nunca pasa lo mismo porque siempre estamos en un diferente vector del espacio-tiempo.
¿Qué nos pasa? Las personas nos pasan. No sé si nos sobrepasan, pero pasan frente a nosotros (y los que no pasan por nuestro campo visual ¿se considera que no pasan frente a nosotros? ¿Por qué los ojos son nuestro frente?). Pasan a veces sin musitar, sin exhalarnos su aire para compartir el oxígeno que la naturaleza nos brinda, pasan sin mirarnos, sin olernos, sin oírnos, sin degustarnos. Otras pasan haciendo esto y algo más lo que significa que nos hacen sentir más allá de los sentidos. De estos son pocos, a veces es uno en la vida cuando te califican de monógamo, y prefiero que nunca desistas en desmerecer que las personas deben por lo menos sentir de esta manera extralimitada más de una vez para saber qué es mejor –en esencia, la comparación mide al par, no al singular-. Eso sí, la mejor calificación/evaluación es la que uno mismo se puntúa entonces no me es necesario que andes dictándome las mejores notas de los demás.
Las personas nos pasan. Algunas se fijan sin quedarse por este motivo, ellas, rezagadas. Lo que se queda de aquellas personas que intentamos fijar son sus imágenes, ya ahora inertes. No conseguimos atraparlas vivas porque eso significaría convivir con ellas, además que releyendo esto podría equivocarse o entenderse lo dicho como si lo que realmente deseamos es cazar las personas. De hecho, se dice que el hombre, cual depredador, caza una mujer y pelea su presa frente a los demás depredadores. Así que lo que deben las mujeres es saberse repartir para no ser consumidas enteras sino racionalmente. Me he llevado un carcajada mental al darme cuenta que a lo que llego aquí es a la conclusión de que el amor necesita de intelecto, de razonamiento porque la sensibilidad, equívocamente, denota fragilidad y cuando los huesos son frágiles hasta ocupan el alimento a digerir de los depredadores. Podría continuar, pero prefiero permanecer al margen de lo óseo porque jocosamente algunos creen que tú eres más esto que carne y no deseo devorarte.
¿Qué más nos pasa? La vida nos pasa o nosotros pasamos por ella. No sabría nuevamente si la sobrepasamos, si la traspasamos o si no la deseamos pasar haciendo todo lo posible por evitar sus muertes, tratando de vivir la vida. Si la traspasamos es ella un ente similar al fantasma: insoluble, no es materia. Si la sobrepasamos es dentro de una loca carrera en donde al final igual morimos llegando antes, igual o después de ella. Si la evitamos es posible que se la entienda a esta como un gran hueco donde no podemos caer porque es profundo y sin llegada. Cualquiera de las alternativas me dirige a la muerte. Mi pregunta parece entonces algo muerto, o que se intenta resucitar cada vez que se plantea. Mientras encuentra respuestas toma ánimo. Si no lo hace, no se desanima. Soy yo quien lo hace.
¿Qué pasa o qué nos pasa? El tiempo es lo que pasa o nosotros lo atravesamos y todas esas posibilidades. Si el tiempo fuera un Dios humanoide con cuerpo y por tanto sentidos, para sus ojos seriamos puntos sobre aquella línea o recta numérica que dibuja al tiempo que no avanza ni retrocede. Un punto estático porque esa línea, si se extiende, daría a 100 años una imposibilidad de graficarse. Ese Dios humanoide que lo llamo “Tiempo” sería incapaz o le sería inapropiado preocuparse por personas que trazan un pequeño punto en su dibujo cartesiano del tiempo. No sería un Dios al fin y al cabo con tales imposibilidades y limitaciones.
Regresando a lo que ya no son imaginaciones absurdas, el tiempo nos pasa. Cada minuto y segundo que nos atraviesa nos despedaza el rostro y nos lo transforma. Cada sonrisa que dibujo señala o estira mis tejidos desgastando la energía muscular que guardo. Pude haber utilizado esa energía en otro movimiento, más necesario en otras circunstancias pero en aquél segundo lo desperdicie y ya no volverá. Mejor desatiendo mis intentos de sonrisa para procurarlos para cuando sean necesarios. Pero ¿cuándo lo será? ¿el tiempo me lo dirá? Ya dije que el tiempo si pudiese hablar fuera un humano y si lo fuera ya nos hubiera equivocado, ya nos hubiera desatendido. El tiempo no habla y por eso incesantemente te pregunto sin incluir la siguiente parte de la frase: si el tiempo no habla, pero tú lo haces entonces ¿qué pasa? Veo que sigo en mis imaginaciones absurdas. Espero que tú me las entiendas. Esto también nos pasa.
¿Qué otras cosas nos pueden pasar? Lo que nos pasa es tú. Tú para mí, yo para ti. En fin, para quien lea esto, lo que nos puede pasar es tú, es decir, lo que nos pasa es que tratamos de pasar con esa otra persona. Como ya dije, cuando tratamos de atrapar a alguien que no es culpable de nada sino victima del amor, la única manera de hacerlo es convivir. Allí nos pasan las personas que no escogimos para convivir porque si las intentáramos atrapar seriamos infieles; allí pasamos la vida porque es hasta la muerte de uno de los dos cuando podemos pensarnos libres nuevamente, o hasta el divorcio, gracias a los jueces o abogados que creo que inventaron esto; en la convivencia nos pasa también el tiempo para aprender o errar (que es la manera más efectiva o la única manera que hasta ahora se conoce para aprender) lo que cada uno de los que compone la pareja es, quiere, teme o desea. Todos nos pasa si es que convivimos. Eso podrías responderme cuando te pregunte qué te pasa.
Despertaré
Despertaré. No será posible en cuanto no me encuentre previamente en el estado opuesto. Destaco este deseo o necesidad (patrañas decir que el deseo es imposible; ¡es posible si es que le ponemos objetos!) dada mi condición preliminar: asustado, rumiador, asaltante, fatigado. No concibo las razones para que me sucedan tales cosas, si es que son causa de un extremo ejercicio de la mente activa o de una triste causalidad emocional. Cualquiera de las dos opciones que me coloco, son, al fin y al cabo y a desgracia mía, objetos para seguir pensándolos porque… ¿por qué me sucede cualquiera de ellas a mí?
Son las preguntas dirigidas a uno mismo las más complicadas y negadas a responder. Más aún si es el acto de pensar una mera paradoja debido a que puede ser el escenario propuesto para cansar a mi adversario, que soy yo mismo, y luego atacar, negándome a responder a algo que no sé si lo podré o lo deseo hacer.
¿Por qué lo pienso demasiado? ¿Será necesario dudarlo tanto? Es que mínimo soy yo, desde mi posición de receptor de este curioso caso de los actos comunicativos en donde de uno mismo se esperan las respuestas o la retroalimentación, quien como receptor de una pregunta emitida por mi persona no sabe responder. Creo que necesitaré un espejo al frente mío de vez en cuando para leer mis señales kinésicas a ver si responden algo. O debería devolverle la pregunta a mi yo emisor que mínimo es quién duda de su condición de pensador, haciendo parecer que la pregunta va dirigida al yo receptor.
Termino pensando que esto es lo más improductivo. Creer que es una producción escribir los pensamientos me suena igual a una puesta en escena de la negación de responderme. Debería empezar a escribir otras cosas, menos personales. Escribir una nueva decisión por la cual escribir. Será así como alcanzaré la entrada al sueño y despertar. Ahora debo hacerlo. Ahora. Dormiré.
viernes, 20 de agosto de 2010
Código desconocido
Es el título de una película del alemán Michael Haneke. Fue muy preciso en el título específicamente en mi caso que no logré entenderla. Pero el conocimiento es cuando se es capaz de evocarlo. He aquí mi aprendizaje.
Las obras humanas han consistido en estructurar signos codificados. La república, como sistema político, consistió en promulgar leyes y sostenerse bajo el sometimiento a ellas. La pintura consistió en dejar signos con pigmentos naturales o artificiales. Empezaré a especificar. El cine, abreviatura de cinematógrafo, es el conjunto de fotos que al reproducirse secuencialmente producen un efecto de movimiento. Sin duda, he esbozado los elementos estructurales de cada uno de los sistemas mencionados. Cual máquina, estos sistemas funcionan con estos elementos esenciales. Pero.
Aquella película era una de acuerdo al significado que proporcione. Imágenes en movimiento demostraban que Haneke comprendió lo que era una producción cinematográfica. La temática (desconozco en el lenguaje cinematográfico cuál es la palabra que se adecua al mensaje a transmitir, a la finalidad de la película, a la historia que narra) me fue lo incomprensible. Describo: una señora y su pareja en diferentes escenas mostraban su vida amorosa, sus vidas laborales, la cotidianeidad; otras escenas, pocas escenas, mostraban la vida fuera del círculo de aquellos dos personajes anteriores, especialmente enfatizando las noticias internacionales de pueblos recónditos del mundo, pero nuevamente lo cotidiano; un tercer grupo de escenas, que fatalmente podrían haber dividido toda la producción, eran las escenas que abrieron y cerraron la película, escenas de un grupo de niños sordomudos que tocaban instrumentos y bailaban a veces hasta con el silencio de sus voces.
La cotidianeidad nos es tan conocida. Decir nos es muy fácil y hasta aquél grupo de sordomudos de las escenas lograrían decir algo a través de diferentes códigos. La intención es lo que queda en el desconocimiento pero aquello es algo interpretable. Al final, resumiendo en su principio y su final, la película me resultó interesante e interpretable. Descubrí mi desconocimiento.